Antes de emprender un viaje siempre es importante revisar las ruedas del auto y garantizar que las mismas estén en condiciones y correctamente infladas. Breve guía para cada ocasión en la que el conductor tenga que ir a una estación de servicio a comprobar la presión de los neumáticos, especialmente cuando hay dispensadores de aire que funcionan por tiempo y es necesario conocer toda la información y movimientos a realizar antes de que el reloj comience a correr.
Un dato a tener en cuenta es que de forma natural las ruedas suelen perder aire en torno a 0,7 bares por mes. Por lo tanto, se vuelve muy importante la regularidad en la comprobación del estado del aire de los neumáticos cada vez que sea posible. En consecuencia también resulta conveniente saber todo lo necesario para recuperar ese aire.
Sin embargo, hay que tener especificaciones particulares para cada modelo y para el proceso de inflado en general. De esta forma, se garantiza no solo extender la vida útil de las ruedas sino también cuidar el auto.
Identificar la presión correcta
La presión correcta de los neumáticos es fundamental para la seguridad de la circulación del auto: genera estabilidad en la marcha, desgastes de neumáticos naturales y regulares, evita pinchazos y mantiene las condiciones de adherencia de las bandas de rodadura al asfalto.
La presión correcta de los neumáticos suele oscilar en bares entre los 2,10 y los 2,46 kg/cm2, aunque siempre hay que tener en cuenta el peso de la carga y de los viajeros al completo. En la mayoría de los casos, hay diferencias entre ruedas delanteras y traseras. Los neumáticos posteriores tendrán más presión que los anteriores, aunque en algunos modelos todos pueden llevar la misma presión recomendada por el fabricante.
La información específica de la marca sobre la presión de las ruedas se puede consultar en una pegatina adherida en el perfil interior de la puerta del conductor o en el manual del auto.
El paso a paso para inflar las ruedas
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Preparación: acercar el auto a la zona de inflado de la estación de servicio y chequear que las ruedas estén frías antes de empezar ya que el aire caliente generado en una rueda que ha rodado se expande y las mediciones no serían las correctas.
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Comprobar la presión: chequear si el nivel de aire de cada rueda está en el número que indica el manual y asegurarse que la manguera de inflado llega a todas las ruedas. Para esto hay que retirar el casquillo de cada una y guardarlo en un lugar seguro durante el proceso.
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Inflar las ruedas: conectar la manguera a la boquilla del neumático y aplicar aire en el rango de presión que se señala como tope para cada uno. Si la boquilla no está suficientemente ajustada, se oirá un zumbido producido por el aire que escapa. Es importante ajustar la toma con más precisión ejerciendo presión.
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