En las últimas horas, el Gobierno anunció nuevas medidas para conductores, entre las que se dio a conocer que cambiará la documentación para poder manejar un auto ajeno. Finalmente se concretó la eliminaciòn de la tarjeta azul o cédula por lo que ahora cualquier persona podrá manejar un auto que no esté a su nombre.
Según explicaron desde el Gobierno, se eliminó la obligatoriedad para presentar la cédula azul a la hora de conducir un vehículo de otra persona debido a que "carece de sustento y aplicación prácticos". Por este motivo, quedó asentado en la Disposición 29/2024 de la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor (DNRPA) publicada en el Boletín Oficial.
De ahora en más, los conductores dejarán de tener la tarjeta azul para usar una nueva cédula, que tendrá su formato físico y digital, y será otorgada en el registro. La misma, se encontrará en el Legajo de dominio y quedará a disposición de los agentes de tránsito para que puedan retenerla, en caso de que sea necesario. Por otro lado, el perfil digital estará disponible en Mi Argentina.
Es entonces que el artículo 5 de la disposición 29/2024, detalla que “el titular registral podrá solicitar que su propia cédula sea visualizada en el perfil digital de uno o más terceros determinados” y así se podrá autorizar a un tercero a conducir tu auto. Para hacerlo posible, hay que ingresar al Sistema Integral de Trámites Electrónicos, realizar la validación en la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) con clave fiscal y marcar el dominio del cual se es titular.
Luego, hay que rellenar con nombre y apellido del tercero al que se le otorgará el permiso, sumando su CUIT, CUIL o CDI. De esta forma, el proceso queda completado y se puede comprobar mediante la opción "Mis vehículos" dentro de la app de Mi Argentina. Allí debería aparecer una cédula verde digital.
Nuevas trabas para los jubilados que quieran renovar su licencia de conducir: los requisitos
A partir de este año, los mayores de 70 años en Argentina deberán cumplir con una serie de nuevos requisitos para renovar su licencia de conducir, en un intento por garantizar la seguridad vial y adaptar la normativa a las necesidades específicas de este grupo etario. Esta medida afecta principalmente a jubilados, quienes constituyen la mayoría de los conductores en este rango de edad y que, en muchos casos, dependen del auto como su principal medio de transporte para mantener su independencia y calidad de vida.
Las nuevas regulaciones han generado diversas reacciones, ya que si bien buscan incrementar la seguridad en las calles, también representan un desafío adicional para quienes, después de décadas de manejo, deben adaptarse a cambios que no siempre resultan sencillos.
Entre las novedades, se destaca la obligatoriedad de realizar un examen médico más exhaustivo, que incluye no solo la tradicional evaluación de la vista y la audición, sino también un control neurológico y psicológico. Este último busca detectar posibles deterioros cognitivos que podrían afectar la capacidad de respuesta al volante. Además, el nuevo protocolo exige un informe clínico general que certifique que el solicitante está en condiciones de conducir de manera segura. Este conjunto de estudios deberá ser presentado ante las autoridades competentes al momento de solicitar la renovación.
Por otro lado, se ha reducido el período de validez de la licencia para quienes tienen 70 años o más. En lugar de los cinco años que se otorgaban anteriormente, ahora la renovación deberá realizarse cada dos años, lo que implica que los jubilados tendrán que pasar por este proceso con mayor frecuencia. Esta medida busca asegurar un monitoreo más cercano del estado de salud de los conductores mayores, adaptando las exigencias a las condiciones cambiantes que pueden presentarse con el paso del tiempo.