Un cohete chino de 21 toneladas caerá al planeta Tierra próximamente, luego de haber despegado el 31 de octubre. Si bien es una hazaña en términos de astronomía, se generó un estado de alerta ya que se desconoce dónde caerán sus restos y dejaron al azar el lugar en el que podría aterrizar.
Long March 5B es el cohete que China lanzó desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, en Hainan. Se trata del tercer y último módulo llamado Mengtian, que llamó la atención por no tener el sistema necesario para hacer una reentrada controlada a la Tierra que lo dirija hacia alguna parte del océano donde su caída, ya que esto no produciría consecuencias graves.
Según se filtró, la agencia espacial del país asiático no tomó precauciones en estos detalles. Se especula que ni bien atraviese la atmósfera pueda quemarse en su mayor parte, pero también está la posibilidad de que algunos componentes de su estructura sigan en un viaje descontrolado hasta la superficie del planeta.
La nave, que despegó el 31 de octubre del 2022, aterrizará entre el viernes 4 de noviembre y el sábado 5. En cuanto al lugar, aseguran que es impredecible: la trayectoria cubre la franja de Estados Unidos, India, China, Sudamérica, sur de Europa, Australia y África. Las consecuencias de su caída, teniendo en cuenta que es un cohete con un importante volumen de masa, son varios trozos esparcidos que se pueden extender a lo largo de cientos de kilómetros en las zonas mencionadas anteriormente.
La NASA confirmó la existencia de los OVNIS y destinará un equipo para investigarlos
El encubrimiento se terminó. La NASA informó que comenzará una misión para confirmar científicamente la existencia de los OVNIS. Para esto, crearon un equipo de 16 reconocidos investigadores que buscarán comprobar si existe la vida alienígena en el espacio.
La investigación científica surgió después de que, por primera vez en la historia, el Congreso estadounidense admitiera en un documento clasificado que existe una posible amenaza de estos fenómenos desconocidos. Los UAP (Fenómenos Aéreos No Identificados) pasaron de ser de interés para la seguridad nacional como la fuerza aérea de Estados Unidos.
En junio se tomó la decisión de destinar un presupuesto de unos u$s 100.000 para que unos 16 investigadores independientes analicen aquellos eventos que fueron observados en el cielo y que no se pudieron identificar como aeronave o fenómenos naturales.
Esta iniciativa de la NASA posee una perspectiva científica y será muy importante para futuras investigaciones. “Sentará las bases para futuros estudios de la NASA y otras organizaciones”, explicó la agencia espacial en un comunicado.