La posibilidad de una presencia extraterrestre en la Tierra siempre fue motivo de debate. Un nuevo estudio lo puso sobre la mesa y reveló que podrían existir cuatro civilizaciones alienígenas hostiles que acecharían en la Vía Láctea.
La investigación publicada en arXiv, un sitio web de archivos en línea de índole científicos, estimó cuáles son las probabilidades de que nuestro planeta sea invadido por una civilización extraterrestre agresiva, con la tecnología suficiente como para destruir la Tierra.
El autor de la investigación es Alberto Caballero, un astrónomo español, quien recientemente publicó otro estudio en la revista International Journal of Astrobiology sobre la señal de radio "¡Wow!". En este caso, intentó proporcionar una aproximación de las civilizaciones hostiles extraterrestres, con la chance de que la humanidad ataque o invada un exoplaneta habitado.
¿Pueden estas civilizaciones destruir la Tierra?
Caballero aclaró que el estudio tiene limitaciones y su propósito primordial es iniciar un debate sobre el tema. Bajo estos lineamientos, se dio a conocer que la Tierra tiene cien veces más probabilidades de ser destruida por un asteroide que invadida por extraterrestres.
La sociedad humana ¿puede invadir civilizaciones extraterrestres?
Según el astrónomo español, la probabilidad humana actual de conquistar otro planeta habitado es del 0,028 %. De hecho, añadió.que "lograremos la tecnología necesaria para cumplir con ese objetivo en alrededor de 259 años".
¿Qué es la Vía Láctea?
La Vía Láctea es una galaxia en forma de espiral que contiene aproximadamente 200 billones de estrellas del Universo y en donde se sitúan muchos sistemas planetarios, además del Sistema Solar. Todos estos componentes se mantienen juntos por efecto de la gravedad.
El nombre deriva del griego "Kiklios Galaxios" que significa "camino de leche". Además de estrellas y planetas, la Vía Láctea también está compuesta por planetas, gas y polvo.
¿Qué lleva al ser humano a creer en vida extraterrestre?
En diálogo con la Agencia, el periodista Alejandro Agostinelli, editor de FactorElBlog.com, responde: “La motivación, el impulso de relacionar lo desconocido que se ve en el cielo con extraterrestres, tiene raíces culturales muy antiguas. Al final es la cultura la que proporciona la información, determina la posibilidad y alienta o no ciertas expectativas.” Y explica que “la idea de la posible existencia infinitos mundos habitados empezó a ser discutida por los filósofos presocráticos y nunca se agotó. Resurgió entre fines del siglo XIX y el siglo XX, con el aporte de teósofos y novelistas científicos, que a veces eran las mismas personas”.
Según el periodista, el interés público por estos temas es real. Sin embargo, siempre conviene actuar con escepticismo. “Hay que escuchar, recopilar, analizar con profesionalismo los testimonios ufológicos o paranormales, más allá de lo extraños que nos parezcan, asesorarse con especialistas científicos competentes para tratar de determinar las causas de estas experiencias y, si esto no es posible, atender a las posibles evidencias que respalden o desmientan las afirmaciones de los protagonistas”, plantea Agostinelli.
¿Hay alguien ahí? Puede que, finalmente, se encuentre una respuesta. O, tal vez, por mucho que la ciencia llegue a descubrir qué hay debajo de cada polvorienta manta del misterio, el ser humano nunca pueda desembarazarse de las explicaciones sobrenaturales.