Un apagón tecnológico mundial paralizó el viernes sectores que van desde los viajes a las finanzas, antes de que los servicios empezaran a volver a funcionar tras horas de interrupción, poniendo de relieve los riesgos de un cambio global hacia tecnologías digitales e interconectadas.
Una actualización de software de la empresa mundial de ciberseguridad CrowdStrike pareció desencadenar problemas en los sistemas, paralizando vuelos, obligando a algunas cadenas de televisión a dejar de emitir y dejando a los clientes sin acceso a servicios como la sanidad o la banca.
El presidente ejecutivo de CrowdStrike, George Kurtz, dijo en la red social X que se halló un defecto "en una única actualización de contenido para anfitriones de Windows" que afectaba a los clientes de Microsoft y que se estaba desplegando una solución.
MÁS INFO
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Microsoft dijo más tarde que el problema se había solucionado.
"Lamentamos profundamente el impacto que hemos causado a los clientes, a los viajeros, a cualquiera que se haya visto afectado por esto, incluida nuestra empresa", declaró Kurtz al programa "Today" de NBC News.
"Muchos clientes están reiniciando el sistema y se está levantando y estará operativo. Podría pasar algún tiempo para algunos sistemas que no se recuperarán de forma automática".
No obstante, a pesar de que las empresas e instituciones empezaban a restablecer sus servicios habituales, los expertos dijeron que la interrupción reveló los riesgos de un mundo cada vez más en línea.
"Se trata de una ilustración muy incómoda de la fragilidad de la infraestructura central de Internet en el mundo", afirmó Ciaran Martin, profesor de la Escuela de Gobierno Blavatnik de la Universidad de Oxford y exdirector del Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido.
Aunque el problema de fondo parecía sencillo, lo que debería hacerlo efímero, su impacto inmediato fue notable, afirmó Martin. "Me cuesta pensar en una interrupción de esta magnitud".
Tras la pandemia del COVID-19, gobiernos y empresas por igual se han vuelto cada vez más dependientes de un puñado de empresas tecnológicas interconectadas, lo que explica por qué un problema de software se propagó de forma tan extensa.
DESCONEXIÓN
A primera hora del viernes, las principales aerolíneas estadounidenses -American Airlines, Delta Air Lines y United Airlines- suspendieron sus vuelos, mientras que otras compañías y aeropuertos de todo el mundo informaron de retrasos e interrupciones.
Bancos y empresas de servicios financieros desde Australia hasta la India y Alemania advirtieron a sus clientes de interrupciones y los operadores de todos los mercados hablaron de problemas para realizar transacciones.
En Reino Unido, los sistemas de reservas usados por los médicos estaban fuera de línea, según múltiples informes publicados en X, mientras que Sky News, una de las principales cadenas de noticias del país, fue sacada del aire y se disculpó por no poder transmitir en directo.
El club de fútbol Manchester United dijo en X que tuvo que aplazar una puesta a la venta de entradas programada.
Aeropuertos de Los Ángeles a Singapur, Hong Kong, Ámsterdam y Berlín informaron de que algunas compañías aéreas estaban teniendo que facturar manualmente a los pasajeros, lo que provocaba retrasos.
A medida que avanzaba el día, cada vez más compañías informaron de la vuelta a la normalidad del servicio, entre ellas el operador aeroportuario español Aena, las aerolíneas estadounidenses American Airlines, Frontier y Spirit, el operador del Aeropuerto Internacional de Dubái y el Commonwealth Bank de Australia.
LSEG Group también declaró que sus datos y servicios habían vuelto a funcionar tras una interrupción que causó algunos trastornos en los mercados financieros.
CrowdStrike, con sede en Estados Unidos y un valor de mercado de unos 83.000 millones de dólares, es una de las principales empresas de ciberseguridad y cuenta con más de 20.000 suscriptores en todo el mundo, según su sitio web.
Sus acciones se hundían un 14,5% poco después de la apertura de Wall Street, mientras que sus rivales cibernéticos subían, con SentinelOne más de un 10% y Palo Alto Networks un 2,6%. Microsoft bajaba casi un 1,5%.
Con información de Reuters