En el último tiempo se registró en la Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza una invasión de ardillas de vientre colorado. Se trata de una especie exótica introducida en el país hace unos 50 años y que genera preocupación en las autoridades, ya que pueden comer cables de telecomunicación, transmitir leptospirosis y atacar plantaciones. Los más de 100 mil ejemplares que se encuentran en el país también amenazan la conservación de la diversidad biológica, aseguran los especialistas.
Según explicó Florencia Gómez, secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, las ardillas de vientre colorado ingresaron al país en 1970 cuando un señor las trajo a Jáuregui, cerca de Luján, porque le hacían acordar a su Bélgica natal. Desde entonces, el crecimiento poblacional de esta especie fue ininterrumpido y hoy se pueden encontrar más de 100.000 ejemplares repartidos principalmente entre la Ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Mendoza, Santa Fe y Córdoba.
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A mediados de abril pasado, el Ministerio de Ambiente decidió incluir a las ardillas de vientre colorado en el listado de especies exóticas invasoras presentes en el territorio argentino. Desde el gabinete afirmaron que "las especies invasoras son una de las principales amenazas a la conservación de la diversidad biológica". Al no tener depredadores naturales en el país, las ardillas "avanzan sobre el ecosistema sin ningún control como lo que ocurre con el castor en Tierra del Fuego", agregó Gómez.
La especialista también confirmó que en Mendoza están muy atentos al avance de esta especie, ya que podría generar una "catástrofe" en la producción de los viñedos. Sobre el procedimiento en caso de ver alguna ardilla, la funcionaria fue contundente: "Lo que no hay que hacer es tocarlas, no trasladarlas ni llevarlas a la casa como mascota, hay que denunciar su presencia al Ministerio de Ambiente o a alguna dirección de zoonosis local. Las ardillas son carismáticas, entonces es doble el desafío de alertar a la ciudadanía".
Entre los principales riesgos de las ardillas de vientre colorado también se encuentra el peligro que pueden representar para la salud humana. Debido al desarrollo de esta especie pueden proliferar los casos de leptospirosis a través de su orina, una enfermedad que afecta los riñones y el hígado, y que puede tornarse tan grave como producir la muerte. Además, ya se reportó que estos animales comieron los cables de telecomunicaciones y las mangueras de riego en distintos barrios de Luján, Pilar y Escobar.