Los amantes de los gatos saben que detrás de los instintos independientes y astutos de los felinos, se esconden bolas de pelos tiernas y dispuestas a jugar con sus amos. Estos animales de compañía que son elegidos por millones de personas a lo largo de todo el mundo tienen una historia de miles de años y gracias a un reciente estudio, científicos pudieron certificar una de las preguntas más curiosas sobre su papel en la vida de los humanos: ¿siempre fueron animales domésticos?
Un estudio reciente publicado el 13 de julio en Proceedings of the National Academy of Sciences indicó que cuando los agricultores neolíticos salieron del Creciente Fértil hace unos 7000 años se llevaron consigo a sus animales domesticados -cabras, ovejas, vacas y perros-, pero también cargaron a un intruso: un gato salvaje africano. Se sabe que todos los gatos domésticos son descendientes del gato salvaje africano, desde que fue domesticado por primera vez en Oriente Próximo hace unos 10.000 años, pero en el estudio se descubrieron restos óseos de gatos salvajes africanos hallados en cuatro cuevas polacas cerca de asentamientos agrícolas.
"Fue muy inesperado", indicó Magdalena Krajcarz, líder del estudio y arqueóloga en la Universidad Nicolás Copérnico en Toruń, Polonia. En el estudio se halló un húmero de un gato incrustado en una capa de sedimentos con vasijas de ceramica. La científica señaló que se desconoce si el animal tenía relación la persona, pero la sola presencia del felino cerca de humanos supone un paso importante en la domesticación total de la especie.
Qué significa que tu gato se acueste en tu pecho
Uno de los comportamientos que más llama la atención es cuando un gato se acuesta directamente sobre el pecho de su dueño y muchos quieren saber qué significa. Aunque para algunos esto podría parecer un simple acto de comodidad, en realidad, hay diversas razones detrás de este gesto. Desde lo emocional hasta lo espiritual, este comportamiento refleja la estrecha relación entre el felino y su humano, y puede tener implicaciones más profundas que van más allá de la búsqueda de un lugar cálido para dormir.
Cuando un gato se acuesta sobre tu pecho, no solo está buscando calor o comodidad, sino que está demostrando una profunda confianza y afecto. Este comportamiento sugiere que el gato te ve como una figura de seguridad, alguien con quien puede relajarse plenamente. Los latidos de tu corazón y el calor corporal le resultan reconfortantes, recordándole momentos de paz como los que experimentaba junto a su madre cuando era un cachorro. Además, este contacto cercano fortalece el vínculo emocional entre el gato y su dueño, al hacer que el felino se sienta protegido y a salvo.
Este gesto también podría indicar que buscan marcarte con su olor, reforzando su sentido de pertenencia. Los gatos tienen glándulas en sus mejillas y cuerpo que liberan feromonas, lo que les ayuda a marcar su "territorio". Al acostarse en ti, están diciendo que te consideran parte de su espacio seguro y querido. Aunque son animales autosuficientes, los gatos desarrollan fuertes lazos afectivos con sus dueños, y al acostarse en tu pecho, buscan tanto calor como una sensación de calma compartida.
Desde una perspectiva espiritual, este gesto tiene aún más significado. Los gatos son conocidos por su sensibilidad energética, y se cree que al acostarse sobre tu pecho, cerca del chakra del corazón, están ayudándote a equilibrar tus emociones. Este chakra está relacionado con el amor y la sanación, y algunos creen que los gatos actúan como "sanadores energéticos", absorbiendo vibraciones negativas y transformándolas. Así, no solo están buscando consuelo físico, sino que también podrían estar brindándote apoyo en momentos de estrés o desequilibrio emocional.