Pensar en especies venenosas es pensar en serpientes, animales acuáticos o reptiles. Sin embargo, los científicos confirmaron la existencia de la primera y única ave del mundo con una potente toxina. Se trata del pitohui encapuchado, un pequeño pájaro de Papúa Nueva Guinea, con características inéditas.
La aparición de este ave, de colores naranja y negro (la cabeza es negra y de ahí el sobrenombre de encapuchado), data de comienzos de los años 90. Fue por entonces cuando el naturalista y ornitólogo Jack Dumbacher atrapó sin pretenderlo en una red algunos ejemplares de este pitohui encapuchado.
Mientras intentaba liberarlos, los pájaros lo picaron y arañaron, y para aliviarse del malestar se chupó los arañazos. Entonces, notó que sus labios y lengua se adormecían y más adelante, que le ardían. Para confirmar lo que sospechaba, se metió en la boca una pluma de pitohui, observando los mismos efectos que había experimentado con anterioridad.
Lejos de quedarse con dudas, el especialista preguntó a los nativos de Nueva Guinea sobre la especie. Era conocido como "pájaro basura". La referencia tenía que ver simplemente con que desprendía un olor nauseabundo cuando se lo cocinaba. Y aclararon que lo consumían solo en caso de que no hubiera otra cosa y se encontraran famélicos.
Científicos confirman el veneno del pájaro
Análisis en laboratorios de toxinas confirmaron que las muestras del pájaro contenían batracotoxinas (BTX), un tipo de veneno que provoca entumecimiento, ardor e incluso parálisis. Pero los efectos no se quedan allí, ya que de acuerdo a los expertos, en concentración elevada también puede causar la muerte.
Investigaciones posteriores demostraron que los pitohuis encapuchados almacenan toxinas en la piel, las plumas, así como los huesos y los órganos internos.
Buscan hogar para 4000 beagles que iban a ser usados para un experimento
Un número gigante de perros corrían peligro de vida tras ser sometidos a un experimento farmacológico en Estados Unidos. Estos últimos días, una organización a favor de los animales en conjunto con entidades gubernamentales tomaron conocimiento de lo ocurrido, pudieron rescatarlos y ahora alrededor de 4000 beagles se encuentran en adopción.
La trágica situación que vulneró los derechos de los animales generó el accionar del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que demandó a la empresa Envigo RMS LLC alegando violaciones de la Ley de Bienestar Animal en las instalaciones del distrito de Cumberland, Virginia. Los refugios ubicados en South Elgin, Illinois y Pittsburgh fueron el epicentro principal donde se llevó adelante el maltrato.
Por ende, son alrededor de 4000 los beagles que están a disposición de las familias interesadas en brindarles un hogar. Como los animales estuvieron expuestos a insumos farmacológicos, serán examinados y vacunados previamente para luego entregarlos en adopción.