Dos loros grises africanos han sido retirados temporalmente de exhibición en un pequeño parque zoológico de Manchester debido a su mal lenguaje. Los animales aprendieron uno de otro a insultar y decir groserías, y se lo enseñaron al resto de los animales.
No es raro que diversas especies de loros aprendan a imitar sonidos. De hecho los loros grises se cuentan entre los más hábiles a la hora de “hablar”. Lo que no es tan habitual es que dos loros se enseñen estos sonidos entre sí y después animen al resto.
Eso es precisamente lo que ha ocurrido en el Parque Lincolnshire de Vida Salvaje. Dos loros grises llegados el pasado 15 de agosto comenzaron a compartir sus respectivos repertorios de insultos. El cruce de exabruptos hizo mucha gracia a los cuidadores que respondieron con risas al comportamiento de los animales. Lamentablemente, la risa fue tomada como un refuerzo positivo por los loros que también la incorporaron a su show.
Curiosamente, la cuarentena por coronavirus no ha hecho sino empeorar la situación debido al prolongado tiempo que los animales pasaron juntos. El jefe del parque Lincolnshire, Steve Nichols, explica así la situación a Lincolnshire Live: "En los últimos 25 años siempre hemos tenido pájaros malhablados y nos hemos acostumbrado. De vez en cuando tienes a uno que dice groserías y la gente lo encuentra muy cómico. El problema es que se nos han juntado dos loros de los que insultan en la misma semana y como han pasado la cuarentena juntos ahora tenemos todo un recinto de loros malhablados. Cuanto más insultan, más se ríe la gente, lo que les anima a hacerlo aún más".
El resultado tras solo 20 minutos de reabrir el parque era una jaula llena de loros que insultaban a todo el que pasaba y después se partían de risa. Nichols comparaba el panorama con el de un pub lleno de señores mayores.
Los responsables del parque, preocupados ante la llegada del fin de semana y de visitantes menores de edad han decidido retirar del show a los dos loros grises causantes de los disturbios y los han puesto en jaulas separadas para tratar de mitigar su lenguaje malsonante. Personalmente creo que deberían volver a unir a estos dos amigos de boca negra y crear un recinto separado con un cartel que avise a los visitantes de la peculiaridad.