En diálogo con Luis Brandoni, dentro de un segmento de entrevistas organizado por Infobae, Alejandro Fantino realizó una cruda confesión sobre su vida privada. "No quiero vivir triste", manifestó el conductor televisivo. A su vez, se mostró a corazón abierto al manifestarse sobre diferentes aspectos de su rutina cotidiana y reconoció cuáles son las sensaciones que le genera la felicidad en su día a día.
Tras escuchar la historia de vida de Luis Brandoni, Alejandro Fantino (quien fue el entrevistador del actor, y viceversa, en un segmento llamado Confesiones) manifestó: "Ahora entiendo un montón de cosas de vos, entiendo tu ética, Beto. ¿Has sido un tipo feliz vos? Yo te cuento lo que me pasa a mí con la felicidad: yo no bancaria una gran felicidad en mi vida, tampoco soy un tipo pesimista, no quiero vivir triste, pero si vos me das a elegir si quiero ser feliz todo el tiempo, te diría: “Dejámelo ver, sino no me das el contraste...”.
"Si vos sos feliz todo el tiempo no sabés lo que es la felicidad. Para uno saber que está en un momento de felicidad tuvo que pasar algunos momentos de desánimo, desaliento, incertidumbre", le respondió Luis Brandoni, asegurando que el sentimiento de la felicidad sólo se es valorado e identificado gracias a que las personas no lo poseen en la totalidad de su vida.
Cuál fue el momento en que Alejandro Fantino valoró la felicidad en su vida
En este sentido, Alejandro Fantino le reveló a Brandoni que supo lo que era la felicidad cuando se encontraba en el liceo militar. "Hice hasta tercer año en el liceo militar de Santa Fe, era un ambiente kafkiano. Llegué con trece años, la pasé muy mal, no quería salida marcial, no quería entrar un domingo a la noche y salir con suerte un viernes… Domingo a la noche micro, trajecito verde, se te iba el colectivo de tu pueblo, mirabas a la plaza y estaban tus amigos chapando con algunas novias y vos con cinco milicos adelante yendo al liceo, fue difícil vivirlo".
"Además era una sensación de ahogo, era muy triste. Y bueno, lo hablé con mi mamá, chocamos, pero mi vieja me sacó en el tercer año. Yo tengo dos vidas: pre liceo y post liceo, ahí sentí la verdadera felicidad, de sentir la libertad en una pensión en San Francisco, de levantarme… no a la hora que quería porque tenía que ir al colegio, pero ahí empecé a sentir la felicidad de nuevo", agregó Alejandro Fantino, a corazón abierto.