Adrián Suar es un nombre que resuena en los hogares argentinos con una fuerza inigualable. Con una carrera polifacética que lo ha llevado desde las pantallas como actor hasta los bastidores como exitoso productor, Suar ha dejado una marca indeleble en la industria del entretenimiento. Sin embargo, ¿sabías que este icónico figura de la televisión argentina nació en tierras estadounidenses?
Los Orígenes de Adrián Suar
Adrián Kirzner Schwartz vino al mundo el 25 de Marzo de 1968 en el barrio de Queens, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. A pesar de haber nacido en tierras norteamericanas, su destino estaba marcado por un lazo más fuerte que la mera geografía: sus raíces argentinas.
Sus padres, argentinos de corazón, tomaron la decisión de regresar a su tierra natal cuando Adrián era apenas un niño, retornando en los primeros meses de 1970. Este retorno marcaría el inicio de la historia de uno de los íconos más destacados de la televisión argentina.
Los Primeros Pasos de Suar en la Industria del Entretenimiento
Desde temprana edad, Adrián Suar demostró una inclinación natural hacia el mundo del espectáculo. Sus padres recuerdan que desde pequeño le encantaba sostener micrófonos e interpretar a los personajes que veía en la televisión de su hogar. Esta pasión se manifestó con fuerza cuando, con solo 13 años, se presentó a un casting en el antiguo Canal 9 y obtuvo un papel en "El Papá de los Domingos" en 1981.
Pero el destino aún tenía más preparado para él. Al poco tiempo de finalizada esta experiencia, Suar consiguió un papel protagónico en la telenovela juvenil "Pelito", que se transmitió en 1983. Este fue solo el comienzo de una prolífica carrera que lo llevaría a convertirse en uno de los referentes indiscutidos de la televisión argentina.
El Legado de la Abuela Polka
Detrás del éxito de Adrián Suar se encuentra una figura que marcó su historia de forma indeleble: su abuela materna, a quien cariñosamente llamaba "abuela Polka". Fue ella quien ejerció un rol fundamental en su vida, llenándola de amor, cariño y apoyo incondicional.
Adrián recuerda con emoción la profunda conexión que tenía con su abuela, una presencia constante que lo acompañó a lo largo de su vida. Desde sus inolvidables tartas hasta su ayuda económica desinteresada, la abuela Polka dejó una huella imborrable en la vida de Suar.
En un emotivo homenaje a esta figura tan querida, Adrián Suar decidió nombrar a su productora en su honor, perpetuando así el legado de amor y dedicación que su abuela le dejó.