Como resultado del estudio, se descubrió a influencers de Instagram con hasta un 95% de seguidores falsos. Además, el reporte indica que nada menos que el 41% de todas las cuentas en la red social son falsas, ya sea porque se trata de bots o cuentas inactivas.
Los “nano influencers” que tienen entre 1.000 y 5.000 seguidores son aquellos que menos cantidad de seguidores y likes falsos muestran. En cambio, las cuentas con entre 20 mil y 100 mil seguidores son las que evidencian más actividad fraudulenta, en especial en la velocidad de crecimiento. En las cuentas de grandes influencers con más de 1 millón de seguidores también se encontró una gran cantidad de actividad falsa.
El fenómeno influencer
El mercado del marketing de los influencers está de moda, y su crecimiento a lo largo de 2021 se estima en un 15%. Tanto empresas como gobiernos están cada vez más recurriendo a los influencers para su comunicación. Un ejemplo es cómo recientemente el gobierno estadounidense recurrió a los influencers para su campaña de vacunación contra el COVID.
El boom de esta actividad la ha convertido en muy competitiva, y por eso los influencers de Instagram y las demás redes sociales sienten la presión de crecer rápidamente en audiencia para atraer inversión publicitaria. Esto ha propiciado el uso de “atajos” como la compra de seguidores. En el mercado de habla hispana, sitios web como Comprar Seguidores Instagram ofrecen 100.000 a $590, permitiéndole a cualquier usuario convertirse en influencer en tan sólo unos días.
A pesar de que es un mercado en crecimiento, se estima que el 15% de la inversión publicitaria dedicada al marketing influencer es desperdiciada en audiencias falsificadas. Publicistas y anunciantes están desarrollando herramientas y tácticas para detectar a estos falsos influencers.
Cómo se hizo el estudio
Para su análisis, HypeAuditor hizo un relevamiento de cuentas de influencers en Instagram que van desde los 1.000 a más del millón de seguidores, siguiendo de cerca su actividad durante un año para detectar irregularidades. En particular se analizó el crecimiento y decrecimiento en seguidores, la tasa de interacción, y se analizó la calidad de los seguidores para identificar bots.
La muestra incluyó cuentas de influencers profesionales, es decir usuarios de Instagram que se dedican a tiempo completo a su actividad de influencer, gracias a la inversión publicitaria de anunciantes.
Un dato llamativo es que durante el año en que se hizo el análisis, la cantidad de actividad sospechosa ha ido en constante aumento, es decir que los influencers de Instagram cada vez compran más seguidores y likes para abultar sus cuentas.