El aborto es una realidad y un derecho pendiente. La clandestinidad provoca incertidumbre, angustia y muertes. Aún en pandemia, las personas con capacidad de gestar, abortan
A pesar de la existencia de la Interrupción Legal del Embarazo, aún no se garantiza su correcto acceso y siempre las más afectadas son las personas en situaciones de mayor vulnerabilidad.
El 17 de noviembre, el Gobierno presentó el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo y el Plan de los Mil días, que busca acompañar la maternidad durante los primeros tres años
Comenzó el debate en comisiones: del martes 1 al jueves 3 de diciembre habrá 25 expositores a favor y 25 en contra del proyecto de ley. El viernes 4 se podría emitir dictamen.
Se espera que el proyecto esté en condiciones de ser tratado en la Cámara de Diputados a partir del 11 de diciembre. El Gobierno se muestra optimista y considera que se aprobará en ambas cámaras.
A diferencia del proyecto de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, el que presentó el Gobierno propone la legalización hasta la semana 14 de gestación y la objeción de conciencia.
Desde 1886, luego de la sanción del Primer Código Penal, se decidió castigar con pena de prisión a todo caso de aborto sin ninguna excepción.
En 1921 se reformó el Código Penal. En la actualidad, el aborto es legal por dos causales:
Con el fallo F.A.L en 2012, se determinó que cualquier aborto de un embarazo producto de una violación, sin importar la salud mental de la mujer, no sería punible.