El juez federal Néstor Barral procesó sin prisión preventiva a María Isabel Santos Caballero, ex esposa del jefe narco Pablo Escobar y al ex futbolista Mauricio "Chicho" Serna por una causa en la que se la investiga el lavado de activos. En la misma resolución, el magistrado procesó al hijo de Escobar, Juan Sebastián Marroquín Santos.
La decisión fue tomada por la Justicia luego de confirmar que los tres formaban parte de una organización vinculada al lavado de activos a través de "dos sectores comerciales bien diferenciados": emprendimientos inmobiliarios en el partido bonaerense de Pilar y actividades de producción de espectáculos de tango y degustaciones gastronómicas.
Según consta en los argumentos del juez Barral, los imputados son penalmente responsables del delito "de lavado de activos, agravado por ser realizado por una asociación formada para la comisión continuada de hechos de esa naturaleza".
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Sobre los tres, el magistrado dispuso además un embargo de 30 millones de pesos, el que podrá cobrarse a través del pago de la suma o de sus bienes.
A la viuda de Escobar y a su hujo se los acusa de ser el vínculo entre el abogado y empresario Mateo Corvo Dolcet -que fue detenido en la causa del juez Barral en el penal de Marcos Paz y luego liberado con una tobillera electrónica- y el colombiano José Bayron Piedrahita Ceballos, acusado de ser uno de los mayores traficantes de su país, quien habría venido a la Argentina a lavar su dinero, presuntamente enmascarado en emprendimientos alrededor de Pilar.
Mientras tanto, Serna es involucrado en la causa a partir de haber intercambiado propiedades con Piedrahita Ceballos, cuando este último ya estaba siendo investigado por la Justicia de Estados Unidos.