De la mano de Gustavo Costas, Racing Club llegó a la final de la Copa Sudamericana. El conjunto de Avellaneda alcanzó esta instancia después de un largo camino que incluyó una clasificación muy picante ante Corinthians.
El conjunto de Avellaneda clasificó a la segunda rueda de la Copa Sudamericana luego de haber sido el equipo que más puntos sacó en la fase de Grupos. Habiendo participado del Grupo H de la Copa Sudamericana, el equipo de Gustavo Costas sacó 15 puntos y fue el que más ganó en toda la primera fase, por lo cual se ganó el derecho a definir de local en toda la competencia.
La primera fase del equipo de Gustavo Costas incluyó un debut 2-0 ante Sportivo Luqueño en el estadio Defensores del Chaco, luego una victoria 3-0 ante la Sociedad Anónima Brasileña: Red Bull Bragantino y luego un triunfazo, de visitante, ante Coquimbo Unido. Ya en la segunda parte de la fase de grupo solo sufrió una derrota ante Bragantino, pero después goleó 3-0 a Coquimbo y Sportivo Luqueño, en ambos casos de local.
Tras esa amplia clasificación, Racing se convirtió en uno de los equipos más poderosos de la segunda fase en adelante. En Octavos de Final arrolló a Huachipato de Chile (Equipo que por decisión de su dueño vendió a casi todos los jugadores para esta competencia) por 8-1 en el global. Esto incluyó una victoria de visitante 2-0 y una goleada de local.
Tras ese paso, apareció en el horizonte una situación más complicada: Athlético Paranaense, pero el equipo de Gustavo Costas se repuso y tras un 1-0 de visitante que parecía complicarle las cosas, de local tuvo una victoria sustancial por 4-1 que llenó de vida al equipo argentino.
Y, por último, quedó la semifinal ante el Corinthians de Ramón Díaz y Memphis Depay. El conjunto brasileño le sacó un empate de local por 2-2 en un verdadero partidazo, pero luego de local y ante la presencia de muchísima gente y tras un recibimiento extraordinario, Racing le ganó 2-1 con dos goles del mejor jugador del equipo: Juan Fernando Quintero.