En su flamante libro "Stevia. Conocimiento, propiedad intelectual y acumulación de capital, el investigador Santiago Liaudat reconstruye la historia del conocido edulcorante natural desde sus orígenes ancestrales hasta convertirse en un bien de consumo, al mismo tiempo analiza la relación entre capitalismo y ciencia, e indaga en el vínculo entre acumulación de capital y explotación de conocimientos.
"Stevia. Conocimiento, propiedad intelectual y acumulación de capital, publicado bajo el sello Prometeo, repasa la historia del edulcorante natural a la vez que explica cómo es que la hierba usada hasta hace algunos años solo por pueblos originarios se convirtió en la estrella del mercado y de las grandes corporaciones".
El autor, investigador, científico y docente de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), quien parte de la premisa de que lo dulce desde hace siglos se instaló en el mercado alimenticio, realiza una investigación exhaustiva sobre el proceso por el que este recurso natural originario de Paraguay, reemplazó a la sacarosa y se transformó en una mercancía altamente requerida por las grandes multinacionales.
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Esta hierba era hasta hace muy poco una mercancía marginal en el mundo, comerciada en limitados países y conocida fuera de esas regiones solo por especialistas y naturistas. En la última década, sin embargo, ha sido cada vez más habitual encontrar artículos en las góndolas de los supermercados con etiquetas que señalan la inclusión de compuestos de esta planta. Todas las primeras marcas en comidas y bebidas procesadas, sin excepción, la incorporaron en algunas de sus presentaciones, define el autor en un extracto de su libro.
Durante el trabajo, Liaudat relata una historia en la que aparecen actores de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, embajadores, científicos, tecnólogos, pueblos originarios, por lo que considera que, no solo interesa por la historia per se, sino por lo que enseña en cuanto a relación entre capitalismo y conocimiento, en especial el vínculo entre acumulación de capital y explotación de conocimientos.
Preguntas como qué es la propiedad intelectual; cómo se vincula con la acumulación de capital y cuáles son los mecanismos por los que se explotan los conocimientos, qué es la biopiratería, qué papel tienen la ciencia y la tecnología en estos procesos o el rol que juegan los organismos internacionales, son las que se hace Liaudat durante todo el libro, que se apoya en datos y documentos.
A mí no me interesa la Stevia en particular ya que no soy naturista, no tengo un interés específico en la planta ni en cuestiones de salud. Me interesa tratar de entender el capitalismo contemporáneo. Cómo funciona la acumulación de capital en este período de la historia. Y me interesa por una finalidad teórica, es decir; tratar de tener una interpretación teórica correcta y adecuada de cómo funcionó la economía en esta etapa del mundo, y sobre todo para que esa teoría sirva para la acción, para la intervención política del Estado. En especial si hablamos para un país periférico como la Argentina, dice el autor en diálogo con Télam.
Desde esta historia particular el autor analiza cuestiones más generales, como el papel de los derechos de propiedad intelectual en la acumulación de capital, las relaciones centro-periferia en la ciencia, los mecanismos de reproducción de las asimetrías globales y propone una novedosa teoría del valor-conocimiento.
Esta historia de la Stevia tiene muchas enseñanzas en términos de cómo se articula el desarrollo capitalista y las relaciones centro-periferia, y qué papel tiene la explotación de conocimientos en la reproducción de esas relaciones centro periferias particularmente en términos de la dependencia. Y como esa dependencia se reproduce a partir de múltiples mecanismos. Ahí aparecen los derechos de propiedad intelectual como un mecanismo fundamental de esa reproducción.
Stevia. Conocimiento, propiedad intelectual y acumulación de capital, ganó el premio al mejor libro de la Asociación Latinoamericana de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología (ESOCITE), en la categoría "Autor joven".
Con información de Télam