Cientos de efectivos de Infantería y de Seguridad de la policía bonaerense desalojaron la fábrica PepsiCo, en la localidad bonaerense de Florida, en un violento operativo, que incluyó balas de goma, gases lacrimógenos, gas pimienta y palazos de los agentes contra los trabajadores que mantenían tomada la empresa. Incluso sufrieron los golpes periodistas, camarógrafos y dirigentes de izquierda que se acercaron en solidaridad con los despedidos.
Como consecuencia de la represión, de los siete trabajadores que fueron detenidos aún tres permanecen en la comisaría, según confirmó este mediodía el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
Además, el ministro precisó que hubo 15 heridos, 10 de Infantería y 5 de Seguridad, de los cuales una mujer policía fue la más perjudicada al sufrir una fractura expuesta de tobillo, aseguró Ritondo.
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"Tiraron balas de goma, gas pimienta y gases lacrimógenos contra trabajadores que sólo querían mantener su fuente de sustento", alertaba en medio del descontrol Néstor Pitrola, dirigente del Partido Obrero.
La Infantería de la Policía de la provincia de Buenos Aires llevó adelante el operativo ordenado por la jueza de Garantías N°3 de San Isidro, Andrea Rodríguez Mentasty, para devolver las instalaciones a la firma de capitales estadounidenses.
Cronología de una jornada violenta
Anoche, alrededor de 15 móviles de Infantería se agruparon en la intersección de las Avenidas Constituyentes y General Paz y pasadas las 3 de la madrugada se dirigieron hacia la fábrica alimenticia en conflicto. Los trabajadores, en tanto, eran respaldados por dirigentes gremiales y políticos, así como integrante de organismos de derechos humanos.
En la planta se habían armado barricadas con neumáticos y contenedores de basura con la intención de resistir el avance de las fuerzas de seguridad. En torno a la fábrica, el tránsito permanecía cortado, en tanto que los efectivos de seguridad aguardaban una orden judicial para comenzar con el desalojo en caso de que no prosperasen las negociaciones con los delegados.
Fue entonces cuando esta mañana, cerca de las 8, llegó la orden judicial e Infantería despejó por medio de la represión con un grupo de choque y gas pimienta las veredas aledañas a la fábrica y luego ingresó a la planta para sacar de allí a los trabajadores.
Pero no fue fácil. Unos 50 empleados permanecieron durante gran parte de la mañana en los techos de la planta para resistir el desalojo.
Los operarios decidieron ocupar las instalaciones de la empresa el 26 de junio pasado, seis días después de que la firma cerrara de forma imprevista y comunicara la situación pegando un cartel en el portón principal. Ese día, el 20 de junio, comenzó el conflicto.
Los trabajadores que debían ingresar a la planta se encontraron con un cartel en la puerta que anunciaba el cierre. PepsiCo, por su parte, argumentó que tomó la decisión "debido a los obstáculos inherentes a la ubicación de la planta en un área mayormente residencial, su compleja estructura de costos y extensos requerimientos logísticos".
Además, la empresa afirmó que mudará la producción de snacks a Mar del Plata y del total de trabajadores de la planta, 691 personas, reubicará a 155 e indemnizará al resto.
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