Las cerealeras exportaron en ocho semanas menos soja de la que debía liquidar en 21 días. El ministro de Hacienda fue quien aseguró haber llegado a un acuerdo con el sector para sumarle divisas al Banco Central. La devaluación superior al 50% no convenció a los productores y a las agroexportadoras para vender todos los granos de la cosecha anterior.
Luego de una continuación de reuniones con los ejecutivos agropecuarios, Alfonso Prat Gay anunció que las revendedoras de soja ingresarían U$S 400 millones diarios desde el 18 de diciembre. El compromiso comprendía tres semanas, lo que sumarían U$S 2.000 cada cinco días.
En lugar de traer U$S 6.000, en ese período el agro sólo contribuyó con U$S 2.400 millones para las reservas del BCRA. Es decir, menos de un tercio de los prometido: en lugar de U$S 2.400 por semana trajeron U$S 600 millones. En las ocho semanas que se transcurrieron desde la conferencia de Prat Gay, las cerealeras liquidaron U$S 4.800 millones, lo que todavía resulta inferior al acuerdo con las grandes compañías.
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Si bien los números superan los del año anterior en casi el doble, se mantienen por debajo de la expectativa oficial. El Gobierno aportó con una devaluación hasta los $ 15, la eliminación de las retenciones a la mayoría de los grandes cultivos y la reducción de los aranceles a la soja al 30%.
Los productores se sientan sobre U$S 7.000 millones en granos, según cálculos de la AFIP y CIFRA. El campo retiene sus existencias con el propósito de venderlas con un tipo de cambio más elevado, y el mercado responde a estos deseos con un dólar más caro. Desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada la divisa escaló 53,8%.
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