Por primera vez en la historia, los argentinos terminarán consumiendo más carne de pollo y de cerdo que de carne de vaca. El año pasado hubo un empate entre la sumatoria de las dos primeras y la vacuna.
En 2015 hubo un empate: se comieron de 60 kilos por habitante de pollo y cerdo (45 kilos del primero y más 15 kilos del segundo), la carne vacuna quedó en un nivel de 60 kilos.
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La avanzada de las carnes no vacunas se debe al precio. Contra un promedio de $ 100 el kilo de los distintos cortes vacunos, el cerdo vale de $ 15 a $ 20 menos. En tanto, el kilo de pollo va de $ 35 a $ 37 en supermercados en la semana, con ofertas de $ 25 a $ 27 los fines de semana.
En la relación carne vacuna-pollo este último gana en más de dos veces en precio. "El mayor consumo de pollo y cerdo es una tendencia que se queda. Es por un tema de precios y también porque el consumidor se acostumbró a comer otras carnes", señaló Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra).