Escándalo en la AGN: Despouy contrata a comunicadores para atacar, desde el Estado, a empresas y organismos estatales

07 de noviembre, 2014 | 15.50
Por Joaquín Ruggeri
Especial para "El Destape"

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Hace años que hay un intenso malestar entre los empleados de carrera de la Auditoria General de la Nación (AGN) por el aumento indiscriminado de la planta permanente en la oficina que encabeza el radical Leandro Despouy. Según denuncian los trabajadores, hay personal al que no se le conoce tarea alguna y, en paralelo, se los ve en actividades fuera del edificio que funciona en Rivadavia al 1700.

"No es que ahora trabajemos menos, sino que los que no están son los empleados que supuestamente deberían haber ingresado y no vienen a trabajar", confió hace días un trabajador que lleva casi dos décadas en la Auditoria y que pidió estricta reserva de identidad. "Esto de los ñoquis ya trajo varias discusiones entre los auditores generales, porque ninguno se hace cargo de los ingresos", agregó.

Según los datos que publica la propia AGN, en los últimos 10 años el personal aumento más de un 140 por ciento, mientras que la productividad del ente que debe asistir al Congreso Nacional en el ejercicio del control externo del sector público pasó, en diez años, de un informe cada dos empleados a uno cada cinco. Cada uno de los informes de la AGN le cuesta al Estado más de un millón y medio de pesos.

En tanto, otra fuente de los trabajadores de la AGN acusó directamente a los máximos responsables de la AGN de "financiar con dineros públicos" a usuarios de la red social Twitter "nombrados por la actual gestión" y que, según indicaron, no se presentan en la sede de la oficina "ni para retirar su recibo de sueldo".

Tuiteros rentados

En la página web de la Auditoría figuran, entre el personal nombrado en los últimos años, algunos tuiteros bastante conocidos y con intensa actividad en las redes sociales.

Esteban Amadeo Schmidt es planta permanente la AGN desde hace años. Si bien tiene un trabajo tiempo completo como integrante del área de prensa se pasea por el mundo sin pedir licencia y escribiendo para diferentes medios. Por ejemplo, la revista Rolling Stone, para la que en marzo de este año fue a entrevistar a Javier Mascherano auspiciado por la empresa Nike.

Planta Permanente AGN
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Schmidt y Rinaldi son planta permanente en la AGN (Fuente: web oficial AGN)

Schmidt en Clarín.
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Esteban Schmidt citado en Clarín como desarrollador de la campaña de Ernesto Sanz.

Schmidt, célebre en la red social, tiene una amistad de años con Franco Victorio Rinaldi Torres, que se presenta como escritor, conductor de radio y "apasionado por los aviones". A pesar de no tener una carrera en el rubro de la aeronavegación, Rinaldi se transformó en una suerte de referente de la aviación en Twitter.

Schmidt llevó a Rinaldi a trabajar a la AGN, primero como contratado y más tarde, en 2013, con la planta permanente, ansiada por todo empleado de carrera que desea garantizar su futuro y el de su familia.

Documento AGN Rinaldi
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Nombramiento en Planta Permanente de Franco Rinaldi.

La designación como Planta Permanente de Rinaldi no pasó desapercibida. Despouy celebra que "lo conozcan del programa de Radio UBA que tiene".

El mes pasado, Rinaldi publicó un libro dedicado a Aerolíneas Argentinas, empresa del Estado que debería controlar de manera imparcial, y a su actual conducción, a cargo de Mariano Recalde, de La Cámpora. En el mismo publica material de primera mano de la empresa, pero jamás aclara, ni en la biografía ni dentro del libro, que trabaja en el organismo dedicado a controlarla.

Schmidt también tiene ingresos por fuera de la AGN. Además de sus notas periodísticas, da clases de Comunicación de la UBA y brinda talleres. No conforme con ese desgaste, en los últimos meses fue contratado para manejar la campaña del candidato radical Ernesto Sanz para la presidencia.

Las acciones de Schmidt y Rinaldi violan varios incisos del artículo 2 de la Ley de Ética Pública, que la AGN enarbola como su mantra. Por ejemplo, el c, que indica que los funcionarios del Estado deben "velar en todos sus actos por los intereses del Estado, orientados a la satisfacción del bienestar general, privilegiando de esa manera el interés público sobre el particular".

Rinaldi, además, ignora el inciso "f" de dicho artículo, que lo conmina a "abstenerse de utilizar información adquirida en el cumplimiento de sus funciones para realizar actividades no relacionadas con sus tareas oficiales o de permitir su uso en beneficio de intereses privados".