Elecciones 2015: ¿Cuáles serán los planes económicos de Scioli y Macri?

11 de julio, 2015 | 18.46
Continuidad con cambios o cambio con continuidades. Este juego de palabras podría condensar los lineamientos económicos que trazan Daniel Scioli y Mauricio Macri, los candidatos con más posibilidades de asumir la presidencia el próximo 10 de diciembre. No es momento de especificidades, afirman desde ambos espacios. Pero sus asesores y equipos económicos trabajan en las políticas con las que piensan atacar los problemas de coyuntura y en los ejes de mediano y largo plazo.

Gradualismo vs. Shock

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE


La idea de implementar cambios de forma gradual gana terreno en ambos espacios. Las espadas sciolistas del Frente Para la Victoria no vislumbran grandes modificiaciones de política económica, sino más bien una corrección de desequilibrios puntuales. Para ellos, es momento de desarrollar el país a partir de lo que hizo el kirchnerismo. En el Pro, en cambio, existe una discusión permanente entre quienes defienden el gradualismo y los que consideran que es necesario implementar políticas de shock.

Los asesores de Scioli repiten que la etapa kirchnerista consistió en resolver urgencias y consideran que fue exitosa en eso. "Ahora es el momento de mirar al mediano y largo plazo", plantearon en el entorno del candidato. El gobernador de Buenos Aires escucha a Miguel Bien, a Mario Blejer, a su ministra de Economía, Silvina Batakis y a su contador y director del Banco Provincia, Rafael Perelmiter.

En el Pro, el foco está en el cambio y el debate es más intenso, aunque hoy (quizás porque ninguna campaña es amiga de virajes económicos bruscos), los partidarios del gradualismo parecen en ventaja. Hay quienes, como Carlos Melconian, plantean la necesidad de un ajuste urgente y una rápida devaluación para llevar el dólar a 12 pesos. Otros, como Federico Sturzenegger, son más prudentes y pregonan por implementar modificaciones en un lapso de tiempo. El jefe de Gobierno porteño también escucha a Rogelio Frigerio, presidente del Banco Ciudad y a Hernán Lacunza, gerente general de esa entidad. En el espacio afirmaron que también prestó atención a lo que dice Eduardo Levy Yeyati, economista de Elypsis, que explícitamente defiende la tesis del gradualismo y no forma parte del círculo de asesores del Pro. Las políticas económicas que preparan en la Fundación Pensar se acomodarán a la posición triunfante, pero hoy los equipos del espacio trabajan con la hipótesis de los cambios graduales.

El cepo

Macri prometió levantar el cepo cambiario en el primer día de su eventual Gobierno y ése es el norte de los equipos económicos que trabajan en el tema, aunque los expertos admiten que no se sabrá qué tan rápido podrán levantarse las restricciones a la compra de divisas hasta no tener en claro cómo se componen las reservas del Banco Central.

Scioli elude definiciones públicas, pero sus asesores no. Bien entiende que los controles de capitales son necesarios y transitorios. Batakis (que formará parte del Gabinete del hoy gobernador) considera fundamental volver a permitir que las empresas giren utilidades al exterior. Para eso, deberán negociar caso por caso o titularizar esa deuda, que distintas proyecciones privadas ubican entre u$s 11.000 y 13.000 millones. Eso permitirá, suponen, destrabar la inversión.

Fondos buitre y deuda

En ambos espacios se impone la posición negociadora, aunque con matices. El sciolismo defiende la actuación del ministro de Economía Axel Kicillof –a quien ven como diputado y no dentro del eventual Gabinete de Scioli. Entienden que hay que buscar una negociación con todos los acreedores, ya que cualquiera que quede fuera podría romper un probable acuerdo. Y que los litigantes deberán aceptar que no cobrarán el 100% para conseguir soluciones intermedias.

El Pro también irá a esa negociación; la idea de pagar el 100% del fallo parece descartada. "Habrá que negociar de la forma más fuerte posible, cuidando cada peso de la República, pero teniendo presente que no se puede detener la inversión productiva por este problema financiero", afirmaron en ese espacio.

La negociación con los holdouts se considera necesaria para destrabar financiamiento a tasas bajas en el país, algo que tanto el sciolismo como el macrismo anhelan. En el Frente para la Victoria también aspiran a obtener más créditos de organismos multilaterales (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Corporación Andina de Fomento) y profundizar los lazos con China y Rusia que estableció la administración de Cristina Fernández.

Tipo de cambio

"Todo el mundo sabe que el dólar no vale 9 pesos", repiten en el macrismo. Suponen que "todos los argentinos" tienen en claro que el tipo de cambio está más cerca del valor blue que del oficial. Pero, otra vez, el debate es si efectuar una rápida devaluación o hacerlo en forma gradual.

El sciolismo busca alternativas para dar competitividad sin devaluar de golpe. Alejandro Vanoli, presidente del Banco Central, quien rechazó públicamente ser partidario de una devaluación de shock, tiene un lugar asegurado en el Gabinete de Scioli. Bien propuso "borrar de un plumazo" retenciones a las economías regionales. En el equipo de Batakis consideran que se podrían bajar retenciones, pero no eliminarlas.

Competitividad y comercio exterior

La Fundación DAR es el espacio sciolista que trabaja en la búsqueda de competitividad de las economías regionales y en temas de infraestructura. Los asesores de Scioli buscan seleccionar las cadenas de valor más interesantes de cada sector y desarrollarlas. Es un punto fundamental en la relación del candidato con los gobernadores, llamados a ser un sostén muy importante para equilibrar el poder que tendrá La Cámpora en el Congreso.

El proteccionismo industrial continuará, aunque con herramientas distintas a las Declaraciones Juradas de Anticipo de Importaciones (DJAI), que deberán reformarse antes de fin de año por un laudo perdido en la Organización Mundial de Comercio. El sciolismo espera que la actual administración solucione el inconveniente.

En el Pro, el hoy ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad, Francisco Cabrera, es el encargado de atender estos temas. Él y técnicos de la Fundación Pensar mantienen reuniones con las industrias textil, metalmecáncia, automotriz, entre otras. No habrá una liberalización total de la economía. "Hay que ir hacia una protección inteligente. Las DJAI son ilegales, pero hoy ningún país del mundo permite que entre todo porque arrasarías con industrias mano de obra intensivas" como la textil, explicaron. El objetivo es "una industrialización inteligente, insertándose en las cadenas de producción global".

La inflación

El llamado "impuesto a la pobreza" desvela, sobre todo, al ala más liberal del macrismo. Una normalización atraería inversiones y la estabilización de la moneda permitiría al sistema financiero otorgar más crédito a plazos mayores. Pero aquí también se impondría, hoy, el gradualismo. Los equipos económicos de Macri apuntan a establecer metas de inflación en el Banco Central, pero a partir del segundo año del eventual gobierno.

Para Scioli, la inflación se ataca con más inversión, o sea, mediante una ampliación la oferta en vez de una restricción de la demanda (o la menor emisión de pesos). No es un problema urgente. "Históricamente, el país convivió con inflación", dicen en su entorno, por lo que apuestan a que se reduzca en el mediano y largo plazo. Mientras tanto, el sciolismo continuará con los controles de precios que implementó el Gobierno.

Subsidios, Aerolíneas, YPF

Unos y otros coinciden en que es necesario eliminar subsidios a la energía y al transporte para reducir el déficit fiscal. En el Pro vislumbran una "modificación gradual en cuatro o cinco años", tanto en el nivel de subsidios como en la reducción de la importación de energía por la mayor producción local. En el sciolismo creen que el recorte de subsidios es algo impostergable, pero selectivo. "Al analizar los primeros cuatro meses del año, se nota los subsidios se llevan todo el déficit fiscal. No estamos en contra de los subsidios, pero hay que reverlos, uno por uno, para ver quiénes los necesitan", afirmaron en las filas del gobernador. Ese recorte, no obstante, no alcanzaría a Aerolíneas Argentinas, porque "la conectividad que genera es fundamental, al igual que los trenes".

Tanto Scioli como Macri mantendrán el control estatal de YPF y de Aerolíneas. En el sciolismo apuestan a la continuidad de Galuccio al frente de la petrolera y a Soria ocupando un lugar en el Gabinete para temas de energía. Pro sumó a sus filas al ex presidente de Shell, Juan José Aranguren, con la premisa de manetener la actual estructura de YPF, pero tornarla más eficiente.