El Gobierno que concluye 12 años en el poder le entregará año próximo mandatario una economía que tiene una deuda externa de apenas un tercio a la que existía en 2001. Un 13% de la deuda total está en manos de inversores extranjeros, mientras que el resto la poseen entidades gubernamentales e inversores locales.
La deuda pública nacional asciende a u$s221.700 millones, lo que equivale al 43% del PBI. De este total, el 13% del PBI corresponde a deuda externa. En 2001 eran de 54% del PBI, y 32% del PBI, respectivamente.
De acuerdo a las proyecciones de la consultoraEcolatina, en diciembre de 2015 la deuda pública nacional ascendería a u$s240.000 millones, esto es u$s18.300 millones más que al cierre de 2014.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Que la mayor parte de la deuda este intrasector publico es un dato excelente. Si los números actuales se los compra con 2002 la baja es muy fuerte, pero también hay que destacar que los datos actuales son similares a los de fines de los 90", indicó Agustin D' Tellis economista de la Gran Macro.
De todos modos esta cifra excluye la deuda pendiente con los holdouts. Si ésta se tuviera en cuenta, en el peor de los casos se deberían incluir aproximadamente u$s15.000 millones adicionales, lo cual representa 3% del PBI.
"En comparación con fines de la Convertibilidad, el desendeudamiento no ha sido tan pronunciado pero mejoró notablemente la composición de la misma y el perfil de vencimientos", destacaron desde la consultora.
La contracara de este descenso de la deuda externa es el incremento de la deuda interna, que hoy alcanza el 29% del PBI, mientras que en 2001 este porcentaje era del 22%.
"Los niveles actuales de deuda externa son sostenibles en el tiempo y el próximo gobierno podría mantenerlos sin salir a tomar nuevos préstamos. Lo que si tiene lógica es que el próximo ejecutivo refinancie deuda", resaltó D' Tellis en diálogo con El Destape y agregó: "Volver a buscar dólares financieros complicaría el futuro y ya sabemos lo que sucede. Además, los condicionamientos más fuertes se sufren cuando la deuda es tomada en dólares".
Además, un dato a tener en cuenta es que el perfil de vencimientos de deuda para la próxima administración es mucho más benévolo que a finales de la Convertibilidad. En el período 2016-2019, la carga de servicios de capital en dólares ascendería a u$s41.000 millones, apenas un 7% del PBI, vs. casi la misma cifra (u$s42.000 millones) solamente pagados en 2001.
Por último en este sentido, el economista deFiel Daniel Artana señaló que "parecería que el próximo presidente estará tentado de volver a endeudarse con los mercados internacionales dado que habrá pocas reservas netas y la billetera del Banco Central de China no es tan grande ni parece que esté tan disponible como lo estuvo en el último año". Sin embargo, "para no terminar en otra crisis es necesario que el espacio que se consiga vía endeudamiento no demore las correcciones necesarias en el frente fiscal y cambiario", finalizó el economista.